VERTIGOS Y MAREOS POR PROBLEMAS CERVICALES EXPLORACION Y TRATAMIENTO DE QUIROMASAJE Y OSREOPATIA


VÉRTIGOS Y MAREOS POR PROBLEMAS CERVICALES EXPLORACION  Y 

TRATAMIENTO DE QUIROMASAJE Y OSTEOPATIA

Los vértigos o sensación de mareos e inestabilidad pueden estar provocados por causas muy diversas, desde alteraciones en la tensión sanguínea, alteraciones propias del sistema nervioso central, situaciones de estrés o, quizá, causas que podrían llegar a ser graves e importantes y que deberán ser diagnosticadas por un médico especialista.



Con todo, es cierto que una de las causas más frecuentes que pueden llegar a generar este tipo de sintomatología son las tensiones musculares y alteraciones articulares en las vértebras cervicales.

A continuación vamos a exponer qué tratamiento y técnicas específicas se pueden aplicar en cada caso desde un enfoque de Quiromasaje y Osteopatía. Es importante señalar que siempre se deberá realizar previamente un diagnóstico diferencial osteopático adecuado para aplicar el tratamiento correcto en cada caso. Si fuese necesario, se remitirá al cliente al médico especialista correspondiente antes de acceder a la terapia.

Anatomía de la región cervical
El segmento cervical es una de las zonas de la columna vertebral más compleja y, en ocasiones, más delicada debido, entre otras razones, al poco espacio intervertebral que existe, a la complejidad de sus formas y a la gran capacidad de movimiento global que se puede realizar en el conjunto de todas las vértebras cervicales.

Todas las vértebras cervicales disponen en sus apófesis transversas de unos orificios por donde asciende a cada lado la arteria cervical que, al llegar a la primera cervical, da un giro por detrás de su macizo articular para entrar hacia el agujero occipital. Esta arteria aporta gran parte del riego cerebral, siendo muy importante su aportación sanguínea para mantener la presión adecuada en el centro del equilibrio, que se encuentra en el oído interno (zona del laberinto), formada por una cadena de pequeños “huesecillos“, encargados de mantener la estabilidad del cuerpo cuando estamos de pié, estirados o caminando. Esta zona puede quedar afectada, como se ha mencionado anteriormente, por distintas causas a las que, además, podríamos añadir:  problemas propios del oído interno, alteraciones de la tensión sanguínea o alteraciones de la visión.

Cuando estas causas quedan descartadas clínicamente, podremos sospechar que estos problemas se han generado por tensión muscular cervical, sobre todo en el espacio suboccipital, cuyas contracturas musculares profundas provocan, en ocasiones, una presión excesiva. Es entonces cuando disminuye el espacio entre el occipital, la C1 y la C2, además de bloquearse los movimientos articulares entre estas vértebras y el hueso occipital. Como consecuencia a dicha presión, la arteria cervical se comprime y la presión sanguínea ascendente se ve comprometida. Esa falta de riego sanguíneo al centro del equilibrio puede desencadenar con facilidad crisis de vértigos, mareos e inestabilidad.

Recomendaciones para el cliente:
-No dormir boca abajo, hacerlo de lado y con una almohada que mantenga las cervicales rectas.
-Practicar natación, mejor de espaldas, y evitar en lo posible cualquier movimiento que obligue a llevar la cabeza hacia atrás.

El tratamiento con Quiromasaje y Osteopatía
El tratamiento osteopático a seguir en estas condiciones debe ser: en principio, Quiromasaje general, como mínimo desde la zona lumbar hasta las cervicales. En esa zona, sobre todo, se debe tratar con la profundidad adecuada a cada caso el masaje, tanto en decúbito prono como en lateral y supino de toda la musculatura, llegando hasta la misma base del hueso Occipital.




No debemos olvidar que estos problemas pueden estar generados por tensión nerviosa (estrés) y, como consecuencia, se producen las tensiones musculares en la zona cervical. En estos casos sería conveniente, además del tratamiento osteopático estructural anteriormente indicado, añadir técnicas de relajación de Osteopatía Sacro Craneal, Reflexología Podal o Facial, Reiki, tratamiento de Quiromasaje Neurosedante, (masaje craneal, facial, etc.).

se rea� r � p�� x�� unos movimientos manuales lentos y suaves, siguiendo el ritmo de la respiración del cliente y consiguiendo de forma progresiva la respuesta adecuada de las distintas estructuras tratadas.




Osteopatía visceral

Cuando el cuerpo se concibe como un todo

La osteopatía es, dentro de las terapias manuales, una de las técnicas que nos ayudan a entender que las distintas partes del cuerpo humano nunca se deben ver como unidades individuales, sino como una “Unidad integrada“ que engloba y contempla la interrelación que existe entre la estructura, la química, la energía y la mente del ser humano.


El estudio y el trabajo de un osteópata están repartidos en tres grandes bloques: osteopatía estructural, osteopatía sacro-craneal y osteopatía visceral. En otras ocasiones, se ha hablado de la osteopatía estructural y de la sacro-craneal.



Osteopatía estructural

La osteopatía estructural trata todas las afecciones del aparato locomotor, musculatura, tejidos blandos y la normalización y regulación de todas las articulaciones del cuerpo, sobre todo de las que forman la columna vertebral.

Osteopatía sacro-craneal

Por su parte, en la osteopatía sacro-craneal se trabaja por mediación de distintas técnicas y movimientos muy sutiles sobre las distintas alteraciones del sistema nervioso central: ansiedad, estrés, capacidad de concentración, determinados problemas de oído, gusto, olfato, etc.

Osteopatía visceral

En la osteopatía visceral, el estudio hay que centrarlo desde un plano unitario, siendo la base de muchos problemas reflejos de la columna vertebral, como algunos problemas de tipo mecánico que, debido al sistema de sujeción y a la estructura (musculatura y estructura ósea), se pueden generar en distintos órganos y/o vísceras.

En el cuerpo, todos los órganos y sistemas (digestivo, renal, reproductor, respiratorio, cardíaco, etc.) se encuentran debidamente alojados en sus correspondientes cavidades pero, lógicamente, y debido a que las personas nos movemos, corremos, caminamos, etc., todas estas estructuras deben estar debidamente sujetas y, a la vez, mantener entre ellas el espacio natural que permite las distintas evoluciones y cambios de presión interna que, de forma natural, se producen casi constantemente. Todo ello es posible debido a que cada víscera y cada órgano de nuestro cuerpo se encuentran suspendidos y sujetos por un entramado de ligamentos y tejidos que los protegen en forma de red, facilitando la flexibilidad y la elasticidad que nos permiten movernos con toda normalidad. Estos ligamentos y tejidos están insertados en sus extremos en la estructura esquelética (columna vertebral, cintura pélvica, costillas, etc.). También se encuentran sujetos por mediación de inserciones en distintos músculos.



La osteopatía visceral se centra en regular y normalizar las distintas alteraciones

La osteopatía visceral se centra precisamente en regular y normalizar las distintas alteraciones que se pueden generar si alguna de estas estructuras se encuentra alterada. Entre algunas de las patologías más comunes que se pueden tratar con esta terapia, siempre dependiendo del grado de las mismas, se encuentran: la hernia de hiato, aerofagias, estreñimiento crónico, síndromes del músculo diafragma y, en general, lo que se conoce como “visceroespasmos”.
El tratamiento de osteopatía visceral siempre se lleva a cabo mediante un protocolo basado en una anamnesis completa del cliente y una exploración exhaustiva, que debe llevarnos a la realización de un tratamiento adecuado a cada síntoma, teniendo en cuenta sus contraindicaciones, la edad del cliente, y/o enfermedades padecidas.



Un tratamiento osteopático de este nivel se debe realizar en este orden:

-Anamesis del cliente.
-Exploración y diagnóstico diferencial.
-Aplicar quiromasaje para relajar y eliminar en lo posible las contracturas musculares que puedan producir interferencias que alterarían el buen resultado del tratamiento.
-Técnicas osteopáticas de movilizaciones articulares para que las articulaciones, sobre todo de la columna vertebral, dispongan de la movilidad adecuada.
-Revisar con técnicas de osteopatía sacro-craneal para regular cualquier alteración que pudiera estar asociada a la lesión.
-Finalmente, aplicar el tratamiento adecuado de osteopatía visceral, que siempre se realizará mediante unos movimientos manuales lentos y suaves, siguiendo el ritmo de la respiración del cliente y consiguiendo de forma progresiva la respuesta adecuada de las distintas estructuras tratadas